Los beneficios que aportan las especias son múltiples, sus aceites son agentes antimicrobianos naturales que ayudan a conservar los alimentos y consiguen eliminar microbios.

Muchas de las especias tienen la capacidad de proteger nuestro aparato digestivo de posibles infecciones bacterianas, reducen las fermentaciones en el interior del intestino favoreciendo las funciones de éste.

Aromatizan, pero además un solo gramo de algunas hierbas y especias concentran más micronutrientes, que raciones enteras de muchos otros alimentos.

Las especias no sólo se limitan a darle un especial sabor a nuestros platos, además propician que el alimento que ingerimos resulte sano y ligero. Prácticamente en todas las cocinas del mundo se encuentran presentes especias como la canela, pimienta, azafrán, jengibre, nuez moscada, etc., una gran variedad que nos acompaña en nuestras creaciones y recetas gastronómicas.

Sabemos que actúan de forma beneficiosa en el metabolismo: contienen aceites esenciales con propiedades terapéuticas, mucílagos lubrificantes del tracto digestivo, glucósidos antiinflamatorios que alivian la fiebre, saponinas diuréticas y expectorantes, taninos astringentes y antibióticos… Además de diferentes principios que activan las secreciones salivares y gástricas.

Hierbas aromáticas y especias, campeonas en micronutrientes

Pocas veces nos planteamos su potencial como fuente de micronutrientes. La mayoría de hierbas y especias son campeonas en proporción de minerales y de algunas vitaminas, con niveles récord que multiplican por mucho los de alimentos más comunes.

Aunque se usen en cantidades minúsculas, su aportación puede llegar a ser significativa por la alta concentración de micronutrientes de estos condimentos que, en su inmensa mayoría, se utilizan desecados. En 1 g (una cucharadita) hay en ocasiones la misma cantidad de minerales que otros alimentos contienen en una ración.

Por ejemplo, el humilde tomillo concentra sus componentes durante horas y horas de crecimiento en terrenos calcáreos bajo un sol intenso. El resultado es un porcentaje de calcio que multiplica por dos el del sésamo y por quince el de la leche de vaca.

Las más activas son albahaca, comino, eneldo, orégano y tomillo, especialmente si están desecadas. En menor medida, cúrcuma, curry, jengibre, laurel, canela y pimentón.

El uso habitual de hierbas y especias puede ser un excelente complemento en nuestra dieta, porque puede aportarnos elementos cuyo equilibrio es difícil de conseguir. Es tan simple como incluirlas en la mayoría de comidas. Canela en el desayuno o la merienda, hierbas en la ensalada, especias en los guisos…

Minerales: calcio, fósforo, magnesio, hierro, zinc

 

Las hierbas aromáticas desecadas contienen una alta concentración de calcio. La albahaca (84 mg), el tomillo (76 mg), el eneldo (61 mg), el orégano (64 mg) y la canela (48 mg) aportan en una ración de 4 g tanto o más calcio que 30 g de almendras o de berros.

El magnesio y el fósforo complementan el efecto remineralizante del calcio sobre huesos, dientes y sistema nervioso, y tienen una importante función metabólica. El eneldo, la albahaca y el comino secos son las principales fuentes, solo superados por algunas algas y el salvado de trigo.

La aportación de vitaminas hidrosolubles se encuentra preferentemente en hierbas frescas como perejil, menta, hierbabuena, albahaca y romero. Complementan los aportes de ácido fólico y vitamina C. El uso de estas hierbas es muy recomendable para facilitar la absorción del hierro de los alimentos.

Efectos saludables de hierbas y especias

Según la tabla ORAC (Capacidad de absorción de radicales de oxígeno, en español), 1 g de clavo cubre el 100% de las necesidades diarias de antioxidantes; si es de canela, un 89%; orégano, 67%; cúrcuma, 53%; comino, perejil o albahaca, más de un 25%; y otros (curry, salvia, jengibre, pimienta…), aprox. el 10%.

El uso de las hierbas y especias es útil para combatir la anemia. La albahaca, canela, comino, eneldo, jengibre, laurel u orégano multiplican por cinco el aporte de hierro de las alubias o las lentejas. El récord lo tiene el tomillo, con 1,24 mg de hierro por cada gramo. Espolvoreado en una pizza o una ensalada aporta el doble de hierro que una rebanada de pan integral.

También son útiles para la circulación y la hipertensión arterial, por su elevado contenido en potasio. Puedes elaborar una sal de hierbas casera mezclando las más ricas en este mineral, como albahaca, eneldo, comino, orégano, pimienta, pimentón y cúrcuma junto a un 1% de sal marina.

Gracias a los aceites esenciales que contienen, constituyen un acompañamiento idóneo para los alimentos, elevando su poder nutricional.

SECUOYA más que una línea de alimentos, es un mensaje para conectar con la tierra.

Namaste~

www.secuoyafood.com

Deja un comentario